sábado, 16 de mayo de 2009

Dos aproximaciones a la obra de la Dra. Nada


Parte 1 Los Demás

Dale play al Dra. Nada's theme



x Edgardo Lucero

“Aun no entienden a qué se enfrentan ¿verdad? El organismo perfecto. Su perfección estructural sólo se compara con su hostilidad. Admiro su pureza. Una sobreviviente que no está limitada ni por la conciencia, ni por el remordimiento, ni por ilusiones de moralidad” Ian Holm en Alien


Cuando uno se encuentra con ciertas obras tan herméticas, regidas por sus propias leyes, uno tiene dos posibilidades. Huir como el demonio o recorrer el camino. Y, si este gusta, quedarse a vivir en él. Me ha pasado con los filmes como 2001: Odisea del Espacio (1968) y Eraserhead (1977), el álbum Amarok (1990) y gratamente, a fines del 2007, con la historieta lírica “Los Demás”. Un comic que solamente puedo hermanarlo con “Prisionero en el planeta infierno”, ese apéndice maravilloso y depresivo que acompañaba a Maus, de Art Spiegelman (1973).

Eraserhead

Cada trazo de Nada es un grito agónico que va a contrapelo de la ternura kitsch tan común en nuestros días. Parece crear una nueva belleza a partir de la fealdad. Una fealdad genuina y contundente, no calculada. Una fealdad que funciona como puñetazo en el abdomen. Y cómo.


La narrativa que propone Nada es tan opresiva como libre, compleja dentro de su brevedad y polisémica sin perder dirección. La frase “dios no equilibra ni condena, dios nos mira y se come los mocos” debería habitar el olimpo de frases inmortales como “hoy es un excelente día para un exorcismo” y “¿Cómo pueden dos personas odiarse tanto sin conocerse?”

Los demás

El universo gráfico de la doctora no obedece a ningún patrón vigente, es oscuro, pero no de un modo burtoniano o sonnenfeldiano. Aquí el negro inunda el campo visual de un modo tormentoso, asfixiante en la ya de por sí rígida delimitación propia de la viñeta.

2001: Odisea en el Espacio

Los blancos, por otro lado, no son diáfanos, sino sucios. Antes imaginaba mis pesadillas dibujadas por Bill Sienkiewicz o Kevin Jones, ahora me las imagino dibujadas por la dra. Nada. Ella no quiere agradar a nadie, quiere gritar del modo que sólo una artista puede hacerlo: a su modo, tirando por el resumidero todas las escuelas y “sentidos comunes” conocidos que no hacen más que estropear una y otra vez obras que podrían haber sido brillantes.

Bill Sienkiewicz


La solidez conceptual de Los Demás se construye a través de sus tramas (gráficas y argumentales) comprimidas, la ornamentación quasi alcatenesca de las viñetas, la interacción entre las distintas historias, la ausencia de diálogo (la única vez que habla un personaje es para gritar) y la continua sensación de que los personajes vagan en círculos concéntricos sin encontrarse nunca. No puedo dejar de evocar la rueda de locos de Expreso de Medianoche (1978) y al J.F. Sebastián de Blade Runner (1982) viviendo en un edificio gigantesco él solo.

JF Sebastian

Ahora bien, observen cuán personal y eficaz es la disposición de viñetas de la página 5. Véanla detenidamente y díganme hace cuánto no ven a alguien explotando al máximo los recursos narrativos del medio elegido.

Los demás es una obra que se presta a diferentes lecturas


Si el romanticismo se fascinaba con la naturaleza y el futurismo con la máquina, la dra. Nada se fascina con esa misma máquina, oxidada y obsoleta, destartalada y olvidada. Nada no sólo comprende que los circos, la música fuerte, las bolas de espejos, el frío y el calor producen malestar, también se encarga de rescatar esos martirios gráfica, poética y narrativamente.




x Luciano Brodsky

“Una obra existe cuando se ha preparado en la sombra con la atención, con el cuidado que el asesino medita su golpe. En ambos casos lo principal es la voluntad de acertar” Emile Cioran


Toda mi vida imaginé que el infierno podría encontrarse en los grabados de Piranesi y el alcázar de fuego subterráneo imaginado por Beckford. O en algunas pinturas de Fuseli. O en las ilustraciones de Doré sobre la Divina Comedia.
Ahora sé donde está.
Está en el personalísimo trazo de la Dra. Nada.


Dix y Kubin no podrían despertar una claustrofobia como la que expresa ésta obra por dos razones.
1- Ambos están muertos.
2- Ni Der Krieg (en el caso del primero), ni Ein Totentanz (en el segundo) alcanzan tal nivel de oscuridad.Otto Dix


Un universo en el que se puede encontrar hasta el más sutil de los infinitos matices que hay entre el blanco y el negro, logrados mediante un cuidado uso de la trama que remite a Gorey o el mismísimo Harry Clarke.

Los demás

Desde la portada, la autora presenta tres personajes que miran atentamente al lector, como sondeando su alma, advirtiendo de entrada que no es una obra fácil de apreciar ni clasificar. Explicitando que la poesía tiene su precio. Que la hostilidad del dedo acusador es la esencia misma de la vida. El título ya es una forma de exclusión, de auto exclusión, metáfora del forastero que todos somos durante nuestro paso por el mundo. Lo extraño. Lo misterioso. Lo bello. Lo sublime. Lo inaccesible. Lo que no está. Lo que no se puede alcanzar.
Alfred Kubin

Dulzura y optimismo se apoyan mutuamente para encontrar un lugar en ese mundo sin caer en la ya gastada sensibilidad wesandersoniana.
La tinta se convulsiona nerviosamente ante nuestros ojos de forma tal que uno siente la inminente amenaza de morir ahogado en un océano de brea.
Y luego, Nada te ofrece una mano salvadora con frases como “Hay consideraciones trascendentales que uno podría evitarse si vivir en este puto mundo no fuera tan hermoso”, para luego hundirte la cabeza con la otra, diciendo “hacía frío en los zapatos mojados, en los guantes rojos, en las naricitas despellejadas y en los corazones cubiertos de musgo”.
La poética narrativa de Nada no es un camino a seguir, es un féretro estrecho para recostarse a sentir, sufrir, llorar, y esperar a que el tiempo te sane. Si es que hay cura después de éste viaje.
La belleza en la obra de Nada es la belleza del smog y de las chimeneas en las terrazas de edificios moribundos, angustiados.
Es curioso cómo ésta sucesión de cuadros concebidos en la Córdoba del siglo XXI pueden llevar al lector a sentirse de a poco acosado por las voces de Trakl y Strindberg, tanto como por las torturadas partituras de Berg y Stockhausen.
La cita a página entera de Stephen Crane no es gratuita. Para nada. Es un estertor, un desesperado intento de defensa ante un contexto que no nos contiene, nos encierra.
Harry Clarke

Este poema- comic book incluye, a la manera de una mamuschka o caja china, otro pequeño poema-comic book, titulado “$7 los chicos”. Para hacerse una idea de ésta pequeña historia dentro de una historia baste con citar un fragmento: “estoy cuerda. Estoy consciente de mis manos y mis pies. Pero el tiempo empieza a moverse en mi estómago como si alguien grandote en algún lugar grandote hubiese cometido un grave error”
A esto se le añade el fantasmagórico uso del liquid paper para cerrar en si misma una obra monstruosa. Monstruosa en el sentido de que monstruo es algo que no se parece a nada, algo único en su especie.

Los demás: Una obra de arte con todas las letras


Los Demás (2007)

Escrito e ilustrado por la Dra. Nada.
Editado por VHS-C Editorial.
A la venta en Llanto de mudo, librería y comiquería.
Galería Cinerama.
Cómprenla, hijos de puta!

Los demás te envuelve en un paisaje de destrucción y desolación

Los demás, una invitación al abismo, diría Enrique Symns...

viernes, 8 de mayo de 2009

Todo mal con los Playmobil

Playmobil en su salsa:


"Vamos a ser más famosos que Jesucristo"






Uno tiende a sospechar de esos casi treintañeros que decoran sus departamentos con figuras de playmobil.


Uno tiende a sospechar que jamás tuvieron uno en la edad en que no es ridículo tenerlos.





¿Qué clase de enfermo sería capaz de recibir a una chica en su casa por primera vez para mostrarle su colección como pretendiendo ostentar de “chico sensible que no deja ir su infancia”?


Respuesta: Casi todos.



Nazionalsocialistische Pläymobil,edición limitada que sólo se conseguía en la Alemania hitleriana.


Hoy son la figurita difícil para los coleccionistas




No faltará el mal nacido que haya comprado el barco o el castillo playmobil habiendo pagado por él cinco veces el valor que tenía originalmente a mediados de los ’80. Y si tiene una parte gastada o rota, mucho mejor. Parecerá que siempre fue suyo (“Uh, mirá, yo de chico tenía el castillo playmobil”). Nota: Si la chica te quiere hacer una fellatio, te la va a hacer. Tengas la trinchera de Rambo o el Ecto-1. Si no quiere, NO.



Barco Playmobil: Nos tiene las pelotas por el piso


Se trata de una de las modas más absurdas e intrascendentes en lo que va del siglo. Todo comenzó con películas del “nuevo cine argentino” como Los Rubios, o Cuando ella saltó (buscar más) o El anzuelo de Dios.



Ecto-1: Sentimos informar que no garantizaría ninguna fellatio.


Esto debería servir para que se dejen de romper los huevos con la moda de los ’80, la infancia, la nostalgia y la puta madre que lo parió. Nota: Tu puta infancia no sólo no le interesa a nadie, sino que tampoco regresará JAMAS. Adiposidades y várices apartarán a las pecas y braquets mientras los surcos agrieten tu cara y las estrías devasten lo que no haya devastado lo anterior. Pero tu infancia no regresará. Alfonsín ya se murió. Los 80 no van a volver. No insistas más. En serio, Eh?¿Ustedes se creen que no daríamos el alma al diablo para volver el tiempo atrás y evitar ciertos acontecimientos funestos? Pero ya está, ya pasó, ya NO SON. Supérenlo, mierda.



Todo bien con que me reivindiquen por nostalgia, pero no puedo volver a la presidencia,


loco, llevo casi dos meses muerto. Entiéndanló de una vez.


Hay tantas probabilidades de que vuelvas a la infancia como de que Dudley Moore regrese de la tumba.


Es curioso como el azar o la pelotudez pusieron en un pedestal a estos juguetes y no a los Hot Wheels, a los GiaJOE, los Thundercats, He-Man, Los pitufos, el Miki Moco, etc.


Nota: Tu recuerdo de la infancia es fragmentario, aleatorio y muy pobre, MAN!!! Vos te creés que la industria lúdica hubiese subsistido solamente con playmobil???



Dudley Moore, resignado: No tengo


muchas chances de volver de la tumba




Cuántas veces hemos visto repetido ad infinitud escenas de chico-tratando-de-conmover-chica-mediante-relato-con-playmobil o de chica-creando-ambiente-mágico-con-playmobil? Esas escenas cursis y mediocres nos tiene hasta las tutucas desde El anzuelo de Dios. Nota: Basta con recordar la escena en la que Clara le explica a Paul como murió su padre frente a ella y no lo pudieron rescatar entre todos, para lo que usó un balde con agua y 25 playmobil , aunque en plano sólo aparecen de a diez.


Es la moda más estúpida que venimos padeciendo desde la época en que las veinteañeras comenzaron a usar flequillo y carré y actuar como infradotadas para parecerse a Amelie.


Jack Skellington: Maldito sea el día que lo inventaron


Sabemos muy bien que la Doctora Nada nos acompaña en nuestra indignación.


La verdad es que todo mal con los playmobil. Nos tienen tan hartos como los prendedores de Jack, las remeras de La Naranja Mecánica (Kubrick dirigió 13 películas, pelotudos, no una), el vegetarianismo, el horóscopo maya, Clever Albreu, El Anzuelo de Dios, las bicicletas playeras, las muñequeras de cuero (no sos Ben Hur, pelotudo), las cresta (Joe Strummer murió en 2002, idiota), los collares étnicos de bolitas marrones, o expresiones tales como “Ya fue”, “Eh, amigo”, “Él es así”, “Todo bien pero todo mal”.



Barry Lyndon, una excelente película de Kubrick. Además, el diseño es genial.


Por qué no te hacés una remera con éste afiche? Pelotudo





Clever Abreu: "Y por qué se la agarran conmigo? Yo nunca estuve de moda"





Joe Strummer: Murió en 2002 y usaba la cresta mucho antes que vos, gil




Opinión del sociólogo Leoncio Díaz Naranjo.




Desde que Heráclito de Efeso dijo que nadie se puede bañar en el mismo río dos veces, se tiene constancia de que el hombre permanente intenta volver en vano sobre sus propios pasos. La manía de coleccionar artefactos de plástico (siendo el plástico un derivado del petróleo, claro símbolo de la codicia humana) nos habla de una fijación con la etapa anal de la infancia. De esto se puede leer una clara inclinación por las conductas homosexuales y sádicas.



Heráclito de Éfeso: Se habría dado cuenta hace unos 2600 años que la nostalgia es al pedo.


Las personas que usan muñecos, son a todas luces, gente manipuladora, especuladora, con intenciones poco claras tirando a turbias. Son gente de conciencia espesa, pantanosa. Personas sin una concepción real del espacio-tiempo que usted y yo ocupamos. Carecen de herramientas precisas para interpretar la realidad la realidad socioeconómica que habitamos.



Espacio Tiempo: La percepción del mismo se vería sumamente alterada por los coleccionistas de playmobil



Amélie: Por culpa de ella nos tuvimos que bancar por casi diez años que las universitarias se comportasen como retrasadas mentales


Observemos detenidamente un playmobil:




-Rostro ligeramente sonriente, como una mueca que desprecia y minimiza el peligro y los riesgos de la vida adulta, el compromiso. Carente de identidad. Sin conciencia de género. Sin jerarquías aparentes (el bombero playmobil luce tan despreocupado como el playmbil caballero medieval). Desde una perspectiva diacrónica podemos afirmar sin medias tintas que el Universo perceptual de un playmobil es una negación absoluta de la vida y todos sus matices.



Playmobil limpiador de desechos radioactivos,


igual que el resto de la colección, mostraría desprecio por el trabajo insalubre




-Es llamativa la proporción propuesta por estas símiles humanos. Una vil parodia que nos aleja de aquella concepción grecorromana que deberíamos tener del cuerpo. La unión de sus extremidades inferiores es un escupitajo cargado de flema y sangre coagulada a las teorías evolutivas más sólidas.




-Siguiendo la escuela de pensamiento marxista, los playmobil están anatómicamente destinados al trabajo pesado, repetitivo y fabril. Sus brazos culminan en pinzas en lugar de manos. Autores como Marcuse han leído en esto una metáfora más de cómo el largo brazo imperialista configura la conciencia de los niños tercermundistas para ignorar la singularidad y el trabajo calificado, por ende, sus derechos como individuos autónomos. Por otro lado, Bourdieu, en un artículo publicado póstumamente en Le Mond Diplomatique Marzo 2002, página 23, relaciona el juego con playmobil –extendido mundialmente desde hace décadas- con su teoría de los habitus que condicionan la reproducción de las clases sociales generación tras generación. Es decir paradójicamente los playmobil serían una traba para la concreción del sueño de la movilidad social.


Pierre Bourdieu: "Las desigualdades sociales estarían pautadas, en parte, por estos muñecos de mierda"


-El tamaño de estos juguetes, generan en el niño una sensación falaz de superioridad y omnipotencia. Su imagen mental sufre una disociación que le permite ser dueño de una ciudad y ser castigado un fin de semana entero. El niño llega a la siguente conclusión: el poder es ilusorio, la esclavitud es real.



Thundercats: Más copados que los playmobil y con una historia que los contiene,


pasaron rápidamente al mas cruel de los olvidos.


No quiero ser pájara de mal agüero pero los últimos estudios del laboratoire d Artes et Sciences de Paris en conjunto con La Universidad de los Jardines Botánicos de La Matanza ha arrojado un alarmante pronóstico: se estima que para el 2012 nueve de cada diez adultos decorarán su casa con playmobil.





Hordas de Playmobil esperando ser distribuidos en todos los hogares del mundo antes del 2012


jueves, 7 de mayo de 2009

El monstruo de Frankenstein deja una advertencia para los difusores de la moda, tibios, blandos e invertebrados varios...


"Hay dentro de mí un amor y una rabia muy intensos,
si no puedo satisfacer el uno daré rienda suelta a la otra"

lunes, 4 de mayo de 2009

Lo que me costó ver a Andrea una vez más...

por Luciano Brodsky (Especial)


En 1978 se publicó un libro llamado The Golden Turkey Awards. En él se consideró a Plan 9 del Espacio Exterior como la "peor película jamás filmada" y a su director, Ed D. Wood Jr. como "el peor director de todos los tiempos".
Ese libro se equivoca.
Aún no se había rodado "Cuando ella saltó" (2007), de Sabrina Farji


Sabrina Farji (1964), la responsable de este esperpento audiovisual

"Cuando ella saltó" narra la insulsa historia de Ramiro, un muchacho fashion barrial al cual parece que le hubiesen practicado una cruel lobotomía y que es testigo del suicidio de Angela (una versión económica y pretensiosa de Amélie Poulain, que se viste raro y saca fotitos estúpidas a la ciudad con una polaroid). La historia comienza a desarrollarse - es decir, a volverse insoportable- cuando Ramiro conoce y se enamora de Lila, la hermana gemela, que se hace pasar por la suicida para seguir trabajando en el bar del gitano Zafiro (un irreconocible Boy Olmi).


Un irreconocible Boy Olmi

Diálogos predecibles, insulsos y desganados compiten con las pésimas actuaciones de Iván de Pineda y Andrea Galante para ver cómo se puede irritar más al espectador que haya tenido la mala suerte de cruzarse con esta abominación fílmica.


Victoria Carreras, hablando con su representante:
"¿Me querés decir qué mierda hago acá?"


La historia no apunta a ningún lado: Hay un eclipse que no tiene prácticamente nada que ver con la historia (es sólo una excusa para intercalar escenas con Victoria Carreras haciendo de periodista); hay una Sandra Ballesteros totalmente descolocada a la que le cuesta disimular que no entiende qué hace ahí; está Lalo Mir interpretando a un linyera muy pulcro y mágico que se viste como Fellini y se hace llamar "El Licenciado" (además de interpretar al que hace las pruebas de casting de Ramiro, el narrador y varios personajes omnicientes); un barrio aterrorizado por una mafia gitana compuesta por dos integrantes que se visten como los Blues Brothers... y después está Nebur, Rubén al revés, el mejor amigo de Ramiro... sin palabras.




Periodista: ¿Después de ésto, vas a comenzar una carrera actoral en cine?
Iván de Pineda: ¿Me estás hablando en serio?

Periodista: No, jajaja
Iván de Pineda: Jajajaj

Merece una mención el personaje de Ceferino, El Paraguayo, interpretado por Leonardo Ramírez. El actor no está mal, pero da la impresión que a través su personaje la directora quisiera descargar todo su odio y su desprecio por los paraguayos.


Ceferino se pregunta:
"¿Qué son los impulsos? ¿Yo tengo impulsos?"


Andrea Galante- el motivo por el que me tomé el engorroso trabajo de ver esta bazofia- actúa en esta película de una forma desastrosa hasta cuando está callada. La única parte que vale la pena es cuando llega llorando a la casa y se desviste apurada para bañarse. Uno ve esa piel blanquísima y no puede sacarse de la cabeza una pregunta ineludible: ¿De qué ascendencia será?
Una prueba de que una cara bonita no garantiza talento o presencia.
Iván de Pineda, consciente de su nulo talento y en un alarde de honestidad consigo mismo y con el espectador, no pretende actuar sino que se limita a tratar de ponerle ganas y es el único que despierta un mínimo de simpatía.


Lalo Mir, avergonzado:
"No me atrevo a mirarte a los ojos, preguntame lo que quieras,
pero no me pidas que te mire de frente"


En resumen: Se trata de una película tan pero tan, tan, tan estúpida que hasta necesita de carteles explicativos con tiza y que Lalo Mir te la explique de principio a fin y aún así no alcanza a llenar el enorme vacío que hay entre los títulos de apertura y de cierre. Un bodrio, una porquería.



Andrea Galante, ofendidísima:
"si de algo estoy segura en esta vida es que, después de esta nota,
jamás besaré al pelotudo ese de Luciano Brodsky"



Clichés molestos:
1- Cuando el protagonista necesita empapelar una pared entera para entender una secuencia de diez fotos ¿No las puede poner sobre la mesa, tonto hijo de puta?
2- Cuando alguien sale herido, no importa si le cortan una mano, le disparan en el pie o simplemente tiene un chichón en la frente... SI o SI le ponen un respirador!
3- Cuando el protagonista se siente mal porque no pudo detener a la suicida, la madre pretende consolarlo con churros o comida.
4- Pretender disfrazar a Buenos Aires como la Paris de Amélie, lleno de personajes absurdos que tienen ocupaciones tan poéticas como improductivas.
5- Rellenar los tiempos muertos de la película con cortes abruptos cuando no pasa nada o con planos de caracoles subiendo y bajando por un vidrio, como pretendiendo hacerla más "independiente" o "d'auteur"-

La parte más molesta:

Cuando Andrea Galante- a falta de un guión como la gente- comienza a contarle a Iván de Pineda que su sueño es viajar a Estambul porque soñó (!) que estaba allí. A lo cuál él responde: "¿Viste qué difícil que es tomar agua de lluvia?"

Billy Hayes, colérico:
"¿Pero qué le pasa a ésta idiota? ¿De verdad dice que quiere ir a Estambul?"

VEREDICTO: Este aborto fílmico podría haberlo rodado cualquier estudiante de artes visuales sin nada de cultura, ni criterio y con pretensiones de cineasta independientón que quiere impresionar a pendejas con lobotomía previa para acostarse con ellas (Y, si, no va a ser para juntarse a discutir sobre el rumbo de la arquitectura ecológica!) . Hasta Calvin Kane la podría haber hecho. Si, eso es, parece una película realizada por Calvin Kane.


Paraguayos, indignados:
"¡¡¡No nos iremos sin la cabeza de esa perra de Farji!!!"





Calvin Kane, pensativo:
"Ahora que la veo por tercera vez, creo que podría haberla hecho mejor, MAN"

sábado, 2 de mayo de 2009

Leoncio Díaz Naranjo prepara su experimento sociológico más descabellado: Un Ejército de Doceañeras

"Este es un proyecto que vengo acariciando desde el '76. Tuve que esperar la abolición de algunas leyes y la creación de otras, conseguir un subsidio del estado, sobornar jueces, escribirles cartas a los padres... Ahora veo la luz al final del túnel.
Éstas son mis primeras reclutas."




Iris (12) Entusiasmada hasta decir basta con la empresa de Díaz Naranjo.


Regan (12) Siempre soñó con ser parte de algún grupo armado.


Mathilda (12) Lista para volar testículos pedófilos con el regalo del Tío Leoncio.