viernes, 3 de julio de 2009

Leoncio Díaz Naranjo analiza la gripe A



Gripe A's theme




Sí, ya sé lo que me van a decir. Que se me vinieron todos los años de golpe. Y no están para nada equivocados. Suspender el Ejército Doceañero de Liberación Nacional me hizo encanecer de la noche a la mañana, y por si eso no fuera poco perdí un montón de peso debido a una severa depresión. Pero, como también pueden apreciar, ahora estoy contento. Pilas, como dicen ustedes. Además me parezco un poco a Sean Connery ¿No?


Bien, señores. Vuelvo a este espacio al que tanto cariño le tomé para volcar mis conocimientos académicos a este flagelo que la especie humana está padeciendo. Se me vienen a la mente las siete plagas de Egipto, aquellos males desencadenados por aquél Moisés interpretado por Charlton Heston con el objetivo de castigar a los poderosos. Pecado y castigo. Dos más dos es cuatro. Cuatro y dos son seis. ¿Estamos siendo místicamente castigados o simplimente el mundo es un caos sin sentido donde nada tiene razón de ser y los hechos se suceden aleatoriamente en un sinfín incomprensible? Me inclino por lo primero, porque es un postulado con menos palabras y siempre es conveniente creer en aquellas cosas que se definen en menos de un renglón.


Esta octava plaga nos hermana. El gerente del Sheraton está tan expuesto a esta nueva peste como el niño moreno que abre las puertas de los taxis. Vemos cómo la inseguridad, el miedo y la paranoia propias de los pusilánimes ya es parte de los vanidosos y los exitistas. Somos como esos marcianos de H. G. Wells, que son vencidos por un virus para el que no tenían anticuerpos en lugar de ser aplastados por un ejército. Una metáfora sociológica me produce cosquillas en la lengua: un virus puede matar un dinosaurio y me lleva a formular la siguente pregunta ¿Y si los que no tienen nada que perder superan numéricamente al resto y se alzan arrasando con todo y todos?


Pronto sucederá, porque ustedes lo pidieron.


Repito: dos más dos es cuatro.


En el film de Terry Gilliam Doce Monos, el hombre era parcialmente devastado por una enfermedad y el mundo era tomado por los animales. ¿Merecemos ese destino? Cito otro personaje encarnado por nuestro querido Charlton Heston: "You Maniacs! You blew it up! Ah, damn you! God damn you all to hell!" putea George Taylor a la humanidad, con las rodillas enterradas en la arena, contemplando la cabeza de la estatua de la libertad y dándose cuenta que el planeta Tierra ha sido tomado por chimpancés, oranguntanes y gorilas.


¿Por qué estoy contento? Porque ya viví lo suficiente, estoy haciendo horas extras. Pertenezco al bando de los que no tienen nada que perder y no siento la menor empatía con seres que juntan las heces de sus perros sin el menor problema y les daría asco abrazar a un niño de la calle... besar su cara sucia llena de mocos.


Que venga la gripe, le presentaré batalla.




Leoncio Díaz Naranjo

4 comentarios:

  1. qué bueno que volvió Leoncio! me alegró el día el post!

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  2. De vez en cuando saco a este mestizo de su baúl, Y.

    Gracias por comentar.

    ¿Dónde está Zebra?

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  3. Por Dios. Pido ante el Triunvirato me permitan enviarles una cosa que tengo guardada (en realidad la tengo guardada en la mente) y que DEBO hacer pública pero no encuentro el espacio apropiado. Ni Durs' Stories ni Ello Puro ameritan a tal fin. Lo que me traigo en manos es una bomba de fabricación casera contra la porquería de arte que anda dando vueltas en Cba. Y bueno, pensé en el Triunvirato... O en Rodilla en el Pecho, quizás. Ustedes dirán.

    Sin más, me despido.

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  4. Frank:
    su aporte no sólo es necesario, es URGENTE. Mande cuanto antes. Confío en sus dotes de terrorista. Un abrazo.

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