jueves, 16 de julio de 2009

HASTA CUANDO?

Por Luciano Brodsky (especial)




Hasta cuándo soportaremos las demoras de los colectivos?
Y las películas de Michael Bay?
Y el turismo norteño?
Y la prosa poética autobiográfica cordobesa?
Y la marcada inclinación a la zoofilia del grueso de la población femenina?
Y las prohibiciones de fumar en lugares públicos cuando la calle es una sóla nube pestilente?
Y los raros peinados nuevos?
Y el maltrato al idioma castellano en casi todos los ámbitos de la vida?
Y la envidia de los mediocres disfrazada de solapado, silencioso desprecio y omisión?
Y el mal gusto de las nuevas generaciones al vestirse?
Y bandas como árbol?
Y los autos tuneados?
Y el pésimo mal gusto de las FM?
Y los lentes con marco de carey negro?
Y la maldita endogamia y promiscuidad social de Córdoba?
Y la intolerancia de los tolerantes hacia los que no lo somos?
Y la estupidez disfrazada de falta de estructura?
Y el academicismo caduco disfrazado de vanguardia?
Y los latrocinios colectivos que no se sostienen ni entre cincuenta pseudoartistas?
Y los ladronzuelos de ideas, bastardos malnacidos y sin talento, que se disfrazan de gestores culturales?
Y los revolucionarios de cotillón?
Y los comunistas de salón?
Y los ecologistas de call center?
Y los universitarios semianalfabetos con ínfulas de transgresores?
Y los nostálgicos de las series ochentosas?
Y los coleccionistas de playmobil, castrados si los hay?
Y los quiosqueros que te roban las monedas como hormigas, día a día?
Y las chicas lindas que se revuelcan con los idiotas creídos en despecho de los que piensan que la perfección no se alcanza nunca?
Y el turismo emocional, fluctuante y metamórfico como las dunas del desierto?
Y las propuestas de trabajo "de onda"?
Y de la obsecuencia de los supuestos "artistas, rebeldes, malditos y revolucionarios" locales?
Y de las legiones de orcos que asolan la ciudad los sábados y domingos a la mañana?
Y los floggers?
Y las movilizaciones municipales que duran hasta las 14:00hs?
Y las publicidades de universidades privadas que plantean que todo el que puede pagar puede ser líder?
Y el gastadísimo anticlericalismo aburrido, tan aburrido como el catolicismo mismo?
Y la Iglesia Universal?
Y los conductores que se creen más por tener un auto grandote y te lo tiran encima?
Y los parásitos que piensan que te pueden cobrar por todo?


Hasta cuándo?



Hasta que cada uno de nosotros le parta un palo en la cabeza al que corresponda, en el momento mismo de la ofensa, en el lugar del hecho.

El día que cada uno diga BASTA a su opresor particular.

El día en que cada grupo de pasajeros de cada colectivo linche al chofer de turno y sepan que pasar de largo o demorarse puede significar la muerte.

Y que cada uno de nosotros impida cada una de las cosas de la interminable lista de calamidades que nos azotan a diario.


ESE DIA


Se aprenderá a respetar la ira del ciudadano medio,

la furia del hombre común.



Y las cosas funcionarán como deben.




O será el comienzo del fin.





viernes, 3 de julio de 2009

Leoncio Díaz Naranjo analiza la gripe A



Gripe A's theme




Sí, ya sé lo que me van a decir. Que se me vinieron todos los años de golpe. Y no están para nada equivocados. Suspender el Ejército Doceañero de Liberación Nacional me hizo encanecer de la noche a la mañana, y por si eso no fuera poco perdí un montón de peso debido a una severa depresión. Pero, como también pueden apreciar, ahora estoy contento. Pilas, como dicen ustedes. Además me parezco un poco a Sean Connery ¿No?


Bien, señores. Vuelvo a este espacio al que tanto cariño le tomé para volcar mis conocimientos académicos a este flagelo que la especie humana está padeciendo. Se me vienen a la mente las siete plagas de Egipto, aquellos males desencadenados por aquél Moisés interpretado por Charlton Heston con el objetivo de castigar a los poderosos. Pecado y castigo. Dos más dos es cuatro. Cuatro y dos son seis. ¿Estamos siendo místicamente castigados o simplimente el mundo es un caos sin sentido donde nada tiene razón de ser y los hechos se suceden aleatoriamente en un sinfín incomprensible? Me inclino por lo primero, porque es un postulado con menos palabras y siempre es conveniente creer en aquellas cosas que se definen en menos de un renglón.


Esta octava plaga nos hermana. El gerente del Sheraton está tan expuesto a esta nueva peste como el niño moreno que abre las puertas de los taxis. Vemos cómo la inseguridad, el miedo y la paranoia propias de los pusilánimes ya es parte de los vanidosos y los exitistas. Somos como esos marcianos de H. G. Wells, que son vencidos por un virus para el que no tenían anticuerpos en lugar de ser aplastados por un ejército. Una metáfora sociológica me produce cosquillas en la lengua: un virus puede matar un dinosaurio y me lleva a formular la siguente pregunta ¿Y si los que no tienen nada que perder superan numéricamente al resto y se alzan arrasando con todo y todos?


Pronto sucederá, porque ustedes lo pidieron.


Repito: dos más dos es cuatro.


En el film de Terry Gilliam Doce Monos, el hombre era parcialmente devastado por una enfermedad y el mundo era tomado por los animales. ¿Merecemos ese destino? Cito otro personaje encarnado por nuestro querido Charlton Heston: "You Maniacs! You blew it up! Ah, damn you! God damn you all to hell!" putea George Taylor a la humanidad, con las rodillas enterradas en la arena, contemplando la cabeza de la estatua de la libertad y dándose cuenta que el planeta Tierra ha sido tomado por chimpancés, oranguntanes y gorilas.


¿Por qué estoy contento? Porque ya viví lo suficiente, estoy haciendo horas extras. Pertenezco al bando de los que no tienen nada que perder y no siento la menor empatía con seres que juntan las heces de sus perros sin el menor problema y les daría asco abrazar a un niño de la calle... besar su cara sucia llena de mocos.


Que venga la gripe, le presentaré batalla.




Leoncio Díaz Naranjo