Escribe: Luciano Brodsky
(Nota del editor:Después de estudiar el caso Jotacé, descubrimos que tanto él como su troupe tienen por costumbre el culto al turismo latinoamericanista. Era menester investigar sobre el tema. Para ello, mandamos a nuestro corresponsal, Luciano Brodsky, al norte argentino. Luciano es un tipo inquieto y no permanece muchos días en el mismo lugar. Hombre de pocas palabras, su crónica es apreciada por ser tan breve como precisa)
En Salta.
Hoy anduve por Jujuy. Pero en una excursión.
Los lugares están buenos pero esos guías de mierda te tienen alas corridas y no te dejan ver nada.
La verdad, un gasto totalmente al pedo.
Encima, son caras.
Gastamos la mitad del presupuesto en excursiones.
Y son 3 nada mas.
Y estoy molido y mañana a las 7 te pasan a buscar.
Y es todo el puto día.
Y te quieren cobrar todo caro en todos lados.
Y- encima- si te sentás a comer, tenés niños pidiendo todo el tiempo.
Y cada bocado de comida se te atora en la garganta.
Para ver pobres, te parás en la peatonal y listo, claro.
Pero acá es peor.
Hay muchísimo turismo internacional.
Y una cantidad incontable de porteños pelotudos.
Los pobres son una gran parte del paisaje.
Hay porteños que, cuando les preguntan que fue lo que mas les gustó,
dicen “la gente pobre y sencilla del lugar”
¿¿¿Qué clase de hijo de puta puede gustarle ver gente pobre???
Les sacan fotos como si fuesen animales…
Aunque usted no lo crea…
Pero, igual, los salteños también sacan mucho provecho
¿Qué se le va a hacer?
¿Es la gente linda de la época de los derechos humanos?
Ese es el principal atractivo turístico: el pobre que no tiene idea
Los vivos de acá hacen propaganda de la gente trabajadora
Es como un zoo para estos boludos.
Y, si, hay mas porteños que los tan promocionados collas.
Vos vieras la belleza de cada pueblito de Humahuaca…
...arruinado por los hippies ricachones poniendo cara de lastima…
…y sacando fotos, fotos, fotos…
¡Es un maldito fraude!
Esos cara dura que hacen propaganda con la pobreza.
Después de todo, los pobres siguen siendo pobres.
Las minas, todas unas porteñas gorditas, simpaticonas…
pero con una importante carencia de materia gris.
Y unas europeas insulsas que no valen la pena.
Ni una buena.
Ni Una.
Muy, muy, muy, muy, muy escaso de mujeres…
Y los extranjeros no se si son boludos, pero “cara de” -te lo puedo asegurar- no les falta.
¡Encima te cobran hasta para pararte bajo la sombra de un poste!
Me voy a dormir, estoy hecho mierda y no veo la hora de irme de acá.
Luciano Brodsky
Especial para Triunvirato Disidente
